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jueves, 30 de enero de 2025

HACIENDA ZAUDÍN ALTO: UN VIAJE POR LA HISTORIA Y LA ARQUITECTURA DE TOMARES




    Hacienda Zaudín Alto: Un viaje por la historia y la arquitectura de Tomares

    La Hacienda Zaudín Alto, situada en el término municipal de Tomares, es un enclave histórico que ha sido testigo de siglos de transformaciones sociales, económicas y arquitectónicas. Su ubicación, cerca del antiguo cordel que comunicaba Sevilla con Aznalcázar, la convierte en un punto estratégico dentro de la red de caminos y vías que conectaban la capital hispalense con otras localidades de la provincia. Este lugar, que en sus orígenes fue una alquería durante la Edad Media, evolucionó con el tiempo hasta convertirse en una próspera hacienda olivarera, reflejo de la importancia que el cultivo del olivo y la producción de aceite tuvieron en la economía andaluza.


    Orígenes y evolución histórica
    Zaudín Alto tiene sus raíces en la época medieval, cuando funcionaba como un pequeño núcleo poblacional dedicado a la agricultura. Sin embargo, fue tras el descubrimiento de América cuando la hacienda adquirió un papel destacado en el comercio del aceite de oliva. Este producto, fundamental en la dieta mediterránea, se convirtió en uno de los principales motores económicos de la región, y Zaudín Alto no fue una excepción. La hacienda se integró en la red de explotaciones agrícolas que abastecían a Sevilla, ciudad que, gracias a su puerto, se erigió como centro neurálgico del comercio con las Indias.

    En el siglo XVII, la propiedad pasó a manos de la familia Bécquer, de origen flamenco, que había acumulado riqueza gracias al comercio de lana a través del puerto de Sevilla. Miguel Bécquer, en 1622, fundó el Mayorazgo de la familia, una institución que permitía mantener unidos los bienes familiares y transmitirlos íntegramente al primogénito. Sin embargo, con el paso del tiempo, los sucesores de los Bécquer abandonaron el comercio y no supieron administrar adecuadamente sus propiedades, lo que llevó a la familia al borde de la ruina. Curiosamente, como revela un artículo de ABC, los Bécquer poseían un auténtico tesoro sin saberlo: en 2016, durante unas obras en el cercano municipio de Tomares, se descubrió un impresionante conjunto de monedas romanas del siglo III d.C., que habrían estado bajo tierras que pertenecieron a la familia. Este hallazgo pone de manifiesto la riqueza histórica y arqueológica de la zona, que los Bécquer nunca llegaron a aprovechar.

    A pesar de su mala gestión, el mayorazgo y, por tanto, Zaudín Alto, permanecieron en manos de la familia hasta mediados del siglo XIX. Entre los miembros más ilustres de esta familia destaca el poeta romántico Gustavo Adolfo Bécquer, cuya obra literaria ha dejado una huella imborrable en la cultura española. Sin embargo, la historia de los Bécquer en Zaudín Alto está marcada por la ironía: mientras la familia se arruinaba, bajo sus tierras yacía un tesoro que podría haber cambiado su destino.
    

    Cambio de propiedad y transformaciones
    Con la desvinculación de los mayorazgos en 1841, Zaudín Alto pasó a manos de la familia Ruiz-Giménez, una de las más influyentes de la época. Joaquín Ruiz Giménez, alcalde de Madrid y ministro durante el reinado de Alfonso XIII, fue uno de los propietarios más destacados. Su hijo, Joaquín Ruiz Giménez Cortés, también jugó un papel relevante en la historia reciente de España, al ser ministro de Educación Nacional en 1951 y participar en la creación de la Plataforma de Convergencia Democrática. Además, fue el primer Defensor del Pueblo de la España democrática, un cargo que refleja su compromiso con los derechos y las libertades ciudadanas.
Torre de Zaudín Alto en el actual club Zaudín

    Arquitectura y estado actual
    El edificio que hoy conocemos como Hacienda Zaudín Alto se organiza en torno a un patio señorial, un elemento característico de la arquitectura tradicional andaluza. La torre mirador, con sus dobles arcos de medio punto enmarcados por pilastras y cubierta de teja árabe a cuatro aguas, es uno de los elementos más emblemáticos de la construcción. Sin embargo, los jardines y gran parte de las estructuras originales han sufrido importantes transformaciones, especialmente debido a la construcción de un campo de golf en los terrenos adyacentes. Esto ha dificultado el reconocimiento de los elementos originales, ya que la mayor parte del edificio actual es de construcción reciente.

    A pesar de estas modificaciones, Zaudín Alto sigue siendo un lugar cargado de historia y simbolismo. Su evolución desde una alquería medieval hasta una hacienda olivarera, y posteriormente hasta su estado actual, es un reflejo de los cambios económicos, sociales y políticos que han marcado la historia de Andalucía. Hoy, este enclave no solo es un testimonio del pasado, sino también un espacio que invita a reflexionar sobre la importancia de preservar nuestro patrimonio histórico y cultural.