viernes, 31 de enero de 2025

BICHUELAS O DUCHUELAS: UN VESTIGIO DE LA HISTORIA MUSULMANA DE TOMARES

    Duchuelas: Un vestigio de la historia musulmana en Tomares

    En el corazón de la historia de Tomares se encuentra un lugar que, aunque hoy desaparecido, fue un núcleo poblacional de gran relevancia durante la época musulmana: Duchuelas. Este enclave, que posteriormente pasó a llamarse Lichuelas en el siglo XVII, es hoy recordado a través del Callejón Bichuelas, un testimonio silencioso de su pasado. La importancia de Duchuelas no solo radica en su existencia como asentamiento, sino también en los restos arqueológicos que han salido a la luz en sus proximidades, ofreciéndonos una ventana al pasado y a las costumbres de quienes habitaron estas tierras hace siglos.

    Uno de los hallazgos más significativos relacionados con Duchuelas es la necrópolis de Aljamar, descubierta en las inmediaciones de lo que se cree fue su ubicación. Esta maqbara, término árabe que designa un cementerio musulmán, alberga 255 tumbas distribuidas en un área de 2300 metros cuadrados. Los estudios arqueológicos sitúan su uso entre los siglos IX y X, un período en el que Al-Ándalus florecía en la península ibérica. La necrópolis de Aljamar no solo es un testimonio de la presencia musulmana en la región, sino también un reflejo de las prácticas funerarias y las creencias religiosas de la época.

    Las maqbaras, como la de Aljamar, solían ubicarse en lugares estratégicos, frecuentemente cerca de fuentes de agua o en las laderas de cerros y montes. Esta elección no era casual, ya que el agua tenía un significado simbólico y práctico en la cultura islámica, asociada tanto a la purificación como a la vida. En el caso de la necrópolis de Aljamar, su ubicación en la parte meridional de una suave elevación del terreno, cercana a una vaguada y próxima al camino que más tarde se convertiría en la Cañada Real de Tomares, cumple con estas características. Este entorno no solo facilitaba los rituales funerarios, sino que también aseguraba que los difuntos descansaran en un lugar tranquilo y respetado.

    El descubrimiento de esta necrópolis ha permitido a los arqueólogos y historiadores profundizar en el conocimiento de la vida y la muerte en la época musulmana. Las tumbas, orientadas según la tradición islámica hacia La Meca, revelan detalles sobre las prácticas funerarias y la organización social de la comunidad que habitó Duchuelas. Además, la presencia de una necrópolis de tal magnitud sugiere que Duchuelas fue un núcleo poblacional de cierta importancia, posiblemente un punto de referencia en la red de asentamientos de la región.
Callejón Bichuela

    Aunque Duchuelas ya no existe como tal, su legado perdura en los restos arqueológicos y en la memoria histórica de Tomares. El Callejón Bichuelas, que lleva su nombre, es un recordatorio de que bajo nuestros pies yacen historias esperando ser contadas. La necrópolis de Aljamar no solo es un tesoro arqueológico, sino también un puente que nos conecta con un pasado lejano, permitiéndonos comprender mejor las raíces de nuestra identidad cultural.

No hay comentarios:

Publicar un comentario