viernes, 29 de marzo de 2019

"LA CHIPI CAMPANERA"

Serafina Negron Díaz mas conocida en nuestro pueblo como “la chipi” era la campanera y encargada de las toques de misa, los toques de gloria y de misas de difunto ademas de limpiar la entrada de la iglesia cuando habia bodas. La chipi fue una mujer dedicada enteramenta la vida de la iglesia dando su vida en ella y siempre dispuesta para cuando te hacia falta entrar en la iglesia a cualquier hora. Sin duda ella era es y sera una tomareña de pro de las que poco quedan y siempre se le llenaba la boca cuando hablaba de su Virgen de Los Dolores y su Cristo de la Vera+cruz y se emocionaba con la primera cuando veia salir al simpecado del Rocio.
La Chipi siempre estara con nosotros y en nuestro recuerdo. La junta de gobierno del Ayuntamiento decidió a en febrero de 2010 dedicarle el callejón que está frente a su casa, callejón situado entre la calle Navarro Caro y la Plaza de la Constitución, aquel Serafina que atravesaba todos los días.
   Cuenta Antonio Lozano Herrera, en referencia Serafina Negrón Díaz, de 85 años, a quien todo Tomares, conoce como "Chipi, la Campanera", que disfruta escuchándola: "Me cuenta entre susurros que las campanas tienen su misterio. Cuando fallecía un hombre se tocaba la mayor. Si trataba de una mujer la pequeña y si era un niño las dos y con repique". Dice que le cuenta que los tiempos han cambiado y apenas se repica las campanas manualmente, aunque le quedan el sábado de Gloria, el Corpus y la misa del Gallo, entre otras fechas importantes donde demostrar su arte."


CALLE REAL, CALLE LARGA, HOY CALLE CLARA CAMPOAMOR

La imagen, de los años 50, corresponde a la actual calle Clara Campoamor, llamada entonces Calvo Sotelo, hasta las Cuatro Esquinas, y Navarro Caro, nombre que aún conserva, desde las Cuatro Esquinas hasta la Iglesia de Santa Ana. Entonces era peatonal aunque no lo fuera por la ausencia de coches.
Con anterioridad, esta vía se denominó calle Real. No en vano era la arteria principal de la localidad y la historia relata que fue la que utilizó Fernando III en su conquista del Aljarafe en el siglo XIII. La continuación de esta calle hacia el Este, era y es hoy en día, el Camino Viejo, el antiguo Camino de Sevilla.
El origen de esta vía data de la inmediata ocupación cristiana del territorio del Aljarafe tras la conquista de Sevilla por los reinos cristianos. El sistema utilizado para trazar el viario era el modelo romano de dos calles principales (cardus y decumanum) que se cruzan en ángulo recto, lo cual coincidía con la simbología de la cruz cristiana. Pues bien, ese cruce en nuestro caso no es otro que las Cuatro Esquinas, de la que la Calle Larga es uno de sus brazos, en concreto el que llevaba a Sevilla.
Tenemos constancia de que desde el siglo XV este camino es uno de los principales de Sevilla con el Aljarafe. En nuestro caso se denominaba el "camino real de Aznalcázar" y transcurría por Tomares, pasando por Bormujos, Bollullos y Aznalcázar, localidad donde se encontraba una importante producción vinícola.

martes, 26 de marzo de 2019

EL ESCUDO DE TOMARES: SU HERÁLDICA

En el escudo actual de Tomares, el conjunto heráldico o blasón muestra un cuartelado en aspa. En el primero y el cuarto, o sea, en los flancos, la cruz de San Juan de Jerusalén (o de Malta) de plata sobre campo de gules (fondo de color rojo). Las ocho puntas significan las ocho bienaventuranzas. En el 2º y 3º una torre de oro sobre campo de sinople (color heráldico, identificado con el verde). Al timbre la Corona Real española cerrada.

El escudo de Tomares nos recuerda que hasta 1881 estuvo unida a San Juan de Aznalfarache ya que los dos elementos del escudo también figuran en el de la localidad vecina. La cruz de Malta también aparece en los escudos de Espartinas, Alcolea del Río, La Rinconada, San Juan de Aznalfarache, Tocina y Lora del Río. El cuartelado en aspa hace referencia al escudo del conde - duque de Olivares.



El escudo de Tomares en el Salón de Plenos



                              Luis Pino Alcántara autor del escudo.

ACEITUNAS JOLCA


Actual fábrica en Huévar del Aljarafe
El nombre de JOLCA está íntimamente vinculado a la historia reciente de Tomares. Más de medio siglo hace ya desde que D. José Gutiérrez y sus hijos decidieron comercializar la venta de aceitunas manzanilla a granel. Prácticamente de la nada, sin instalaciones, ni infraestructuras, ni zonas de cultivo, empezaron envasando aceitunas con bolsas de plástico, lo que por aquel entonces suponía una innovación que permitió un importante crecimiento dentro del mercado nacional. En 1974 se creó la sociedad anónima tal y como existe en la actualidad. Hasta 1989 Jolca fue una empresa que comercializaba únicamente aceituna sevillana. A partir de esa fecha se introduce el relleno de anchoa, y de ahí en adelante, la gama de productos se ampliará considerablemente, tal y como señala el director general Fco. Javier Dominguez Bonet en una entrevista en el Exportador Digital, en marzo de 2005. Paralelamente fue en esos años 90 cuando irrumpe Jolca como empresa exportadora. Desde México, hasta un sinfín de países, asistiendo a numerosas ferias y foros internacionales. Ya por entonces, los accionistas habían adquirido fincas de olivar suficientes para nutrir la mayor parte de su producción. Actualmente es una empresa con cerca de 100 empleados y sus exportaciones llegan a suponer la quinta parte de su producción total. Es la segunda marca privada de aceitunas de España después de La Española. En el año 2003 Jolca como instalación en la calle La Fuente, en el solar de Bocoyes, se va de Tomares ya que se hace necesario ampliar su planta industrial, modernizar sus instalaciones y mejorar los procesos productivos, con el fin de adquirir mayores cotas de competitividad. En su lugar se construirá un colegio público que durante muchos años se le ha venido conociendo popularmente como "Colegio Jolca". FOTOGRAFÍA AÉREA DE TOMARES EN EL AÑO 1974. 1/ La Mascareta. 2/ B. Virgen de Belén. 3/ La Huerta. 4/JOLCA. 5/ Fábrica de muebles. 6/ La Barriada nueva. 7/ Colegio Tomás de Ybarra. 8/ Cine de invierno. 9/ Hacienda Santa Ana. 10/ Jardines del Conde. 11/ Edificio Altamira.12/ Villasangre. 13/ Antiguo cementerio. 14/ F. Florencio (las cámaras). 15/ Autovía Sevilla-Huelva. 16/ Cementerio de Castilleja de la cuesta. 17/ Plaza de la Constitución e Iglesia. 18/ Pisos de Navarro. 19/ Hacienda Navarro( ahora, Biblioteca municipal) 20/ Unión Vinícola Alcoholera. 21/ Las Almenas. 22/ Castilleja de la cuesta. 23/ La Nueva Sevilla. 24/ Bormujos.

lunes, 20 de abril de 2015

LA VENTA DE LA MASCARETA

Detalle del mapa de Obando de 1628
La Venta de la Mascareta es una edificación de planta rectangular con tejado a dos aguas.  construida en el antiguo camino real de Aznalcázar, uno de los siete partían de Sevilla. Este camino ya utilizado en el siglo XV partía de la  hacienda de la Torrecilla, situada en el actual barrio León de Triana y discurría por el Charco de la Pava y cruzando el arroyo de la Madre Vieja, cauce de agua que circulaba al pie del escarpe del Aljarafe. Ya en Tomares ascendía la pendiente por el Camino Viejo de Sevilla y llegaba hasta la Venta de la Mascareta. Este edificio tenía como fin el avituallamiento y descanso de los viajantes que posteriormente continuaban su trayecto por el camino real atravesando los enclaves de Zaudín Bajo, Bollullos y finalmente Aznalcázar.
Era por tanto un lugar de pasode ganado y mercaderes que encontraba en la venta un lugar que contaba con un abastecimiento permanente de agua pues en sus inmediaciones circulaba el agua del arroyo las Fuentes ya citado en este blog (Fuente de la Mascareta).
Del origen exacto de esta venta no hay datos aunque posiblemente ya existía en época romana entre el siglo II y el VII. Lo que sí sabemos es que ya figura en el plano que realizó Obando para el Conde Duque de Olivares en 1628 donde se representa un alzado muy similar al actual con arcadas en el porche y dos alturas.
Durante la epidemia de peste que vivió Sevilla a mediados del siglo XVII se estableció un punto de vigilancia en la venta con objeto de que entraran personas infectadas a través del camino que iba a Triana. Posteriormente en época napoleónica fue puesto de control francés para enfrentarse al ejército anglo-español.
En el siglo XIX la importancia de la venta fue disminuyendo en detrimento de la carretera Sevilla Huelva tras la capitalidad provincial de esta última.
Actualmente el edificio se encuentra abandonado en el casco urbano de Tomares.
Fotografía de BenBaso.com

miércoles, 1 de abril de 2015

EL ROMANTICISMO LLEGA A TOMARES DE LA MANO DEL DUQUE DE RIVAS


Imagen de Wikipedia
Estamos en pleno siglo XIX, el siglo por excelencia del romanticismo pictórico, musical y lo que ahora nos trae literario. En 1835 hacía dos años que había fallecido el rey Fernando VII "El Deseado" y reinaba como regente su viuda María Cristina de Borbón a la espera de la mayoría de edad de su hija la futura Isabel II. Eran años convulsos, como lo fué todo el siglo, en los que se debatía sobre el modelo político a seguir con luchas primero entre absolutistas y liberales y entre liberales y progresistas. Con la muerte de Fernando VII los absolutistas quedaron reducidos a los seguidores de su hermano el pretendiente Carlos de Borbón, denominados Carlistas. Pero en el gobierno de Madrid los liberales moderados de Martínez de la Rosa imponían su política con un simulacro de constitución denominado "Estatuto Real" que como todas las cartas redactadas durante el resto del siglo tendría corta duración.
España vivía los primeros años sin sus posesiones americanas. Todavía no habían llegado los primeros adelantos de la revolución industrial y sólo tímidas fábricas en Málaga y en otros lugares de España con capital extranjero parecían atisbar este cambio de producción económica.
Sevilla había perdido el esplendor de siglos pasados y todavía permanecía conectada con Triana y el Aljarafe con el puente de Barcas. Las epidemias y enfermedades por causa de la escasa calidad del agua eran comunes. Pero esta vez el Aljarafe no sólo vendría a actuar como despensa sino como grifo de una Sevilla sedienta.
Tomares, que había nacido en torno a dos vías de agua, la de Aljamar y la de la Mascareta, ha tenido en este último lugar desde tiempos inmemoriales una fuente de agua de gran valor. El camino a Sevilla por el Camino Viejo fue la comunicación necesaria para el transporte de este agua. Ello debió ser de gran importancia pues no se le escapó al Duque de Rivas que así lo reflejó en su obra más importante: "Don Álvaro o la Fuerza del Sino".

“La escena representa la entrada del puente de Triana, el que estará practicable a la derecha. En primer término, al mismo lado, un aguaducho o barraca de tablas y lonas, con un letrero que diga: “Agua de Tomares”.

Duque de Rivas
Imagen de Wikipedia
La obra, que consolida y hace triunfar el romanticismo en España, transcurre en la Sevilla de finales del siglo XVIII, donde reside el protagonista de la obra, Don Álvaro. Éste es un rico y misterioso indiano que vive un apasionado romance con Doña Leonor una joven aristocrática; no obstante su relación resulta prohibida por el Marqués de Calatrava, padre de Doña Leonor, quien considera a Don Álvaro como un vulgar aventurero.

La pareja decide escaparse y mientras hacen las maletas, son sorprendidos repentinamente por el Marqués de Calatrava; al verse descubierto, Don Álvaro arroja su pistola al suelo, con tan mala fortuna que hiere mortalmente al Marqués. Aunque Don Álvaro no tenía la intención de dar muerte al Marqués, los dos hermanos de Doña Leonor -Don Carlos y Don Alfonso- persiguen a ambos amantes con el fin de matarlos: Doña Leonor se siente consumida por la culpa y el remordimiento y decide hacerse eremita cerca de un convento, cortando toda comunicación con Don Álvaro, que piensa que Doña Leonor ha muerto.
La acción salta entonces a Italia, donde un año después Don Álvaro ha acudido como soldado, y en donde conoce accidentalmente a Don Carlos, que también es un militar acantonado en la localidad de Velletri. Ambos traban amistad, hasta que al conversar sobre sus vidas se reconocen mutuamente; al enterarse de la real identidad de Don Alvaro, Don Carlos le reta a duelo mortal.
Allí Don Carlos pierde la vida por la espada de Don Álvaro, quien sufre a su vez el remordimiento de haber causado una segunda muerte, por lo cual decide refugiarse como fraile, donde pasará cuatro años.
La acción vuelve entonces a España, donde Don Alfonso se informa de lo ocurrido con su hermano y decide buscar a Don Álvaro para cumplir su venganza. Tras una larga pesquisa, Don Alfonso descubre el escondite de Don Álvaro y le reta a un duelo a muerte, éste acepta el reto para salvar su vida.
En medio del duelo, Don Álvaro logra herir mortalmente a Don Alfonso, entonces Don Álvaro y Don Alfonso descubren sorprendidos a Doña Leonor, quien vive como eremita cercana del mismo convento en el que estaba viviendo Don Álvaro. Éste se alegra al saber que su amada vive aún y se halla cerca de él, pero entonces Doña Leonor encuentra a su hermano moribundo en el suelo y se acerca, este viendo que está la "deshonrada" al lado suya, extrae el puñal que se encontraba clavado en su pecho y la mata por considerarla cómplice de Don Álvaro. Poco después fallece Don Alfonso en el mismo sitio.
La muerte de Doña Leonor precipita la desesperación de Don Álvaro, que ahora se siente culpable de todas las muertes ocurridas a su alrededor además de perder a su amada para siempre. Ante la tragedia, Don Álvaro se suicida arrojándose desde un precipicio gritando "Soy un enviado del infierno, soy un demonio exterminador".
Puente de Triana en el siglo XIX.
Imagen de Triana al día

domingo, 20 de abril de 2014

EL EPISODIO DE VILLASANGRE o VILLA DE SANGRE EN TOMARES


Tomares, tras la presencia romana sufrió al igual que otras villas sevillanas las invasiones bárbaras. Los vándalos llegan y atacan la ciudad en el 422. Durante su estancia de pocos años arrasan un zona de Tomares caracterizada por sugran riqueza y pasan a cuchillo a todos sus habitantes. De ahí el apelativo que esta zona siempre quedó en la memoria: Villasangre, posteriormente denominado barrio de Peralta, zona que en la localidad va desde la plaza Príncipe de Asturias hasta la plaza del monumento a El Bombita. Tras la presencia vándala, vendrá otro pueblo federado de los romanos: los visigodos, que estarán 200 años hasta la llegada de los musulmanes.

Los Vándalos que llegan a Sevilla son los Vándalos Asdingos que en esa tercera década del siglo V establecerán un reino con capital en Sevilla. Su Rey Gunderico profanó la basílica de Sevilla que custodiaba las reliquias de San Vicente Mártir, uno de los templos cristianos más antiguos de Sevilla junto con los de Santa Jerusalén y Santas Justa y Rufina. Al respecto existe una leyenda del Rey Gunderico. 
Imagen de Conoce Ayapueca

Estos bárbaros, como hemos comentado, provocarán notables destrozos en el rico tejido urbano de la ciudad levantado por los romanos durante sus siete siglos de permanencia. Los vándalos se instalan en campamentos provisionales llamados Vandalen haus, palabra que da origen a Vandalaus, luego Andalaus y finalmente Andalucía.[2] Especialmente cuando éstos pasaron al Norte de África en el 429,  donde identificaron a este pueblo como procedente del sur de la península.  
Imagen de EcuRed
Los Vándalos entonces pasaron en la primavera del 429 a África[3] no dejando nada positivo, ni siquiera el nombre de Andalucía como se ha afirmado (ver "los tres posibles orígenes del nombre de Andalucia"). El motivo de su salida parece ser la necesidad de alimentar a sus 80.000 hombres que era mayor en el norte de África.

viernes, 11 de abril de 2014

EL ARROYO LAS FUENTES EN EL OLIVAR DEL ZAUDÍN

El intermitente cauce del arroyo Las Fuentes
Imagen de parquezaudin.tomares.es
En las cerca de 45 hectáreas de terreno que tiene el olivar del Zaudín (X son de Tomares en su parte norte paralela a la calle Rosa Luxemburgo discurre el histórico arroyo Las Fuentes alimentando en su curso cuatro pequeñas lagunas humedales. Este cauce alimentado por aguas procedentes del acuífero de Espartinas discurre de noroeste a sureste forma junto con la Fuente de la Mascareta los dos cursos fluviales que atraviesan Tomares desembocando sus aguas en el Guadalquivir. Con un cauce poco profundo el caudal de ambas pese a ser bajo e irregular no se agota nunca.
Una de las lagunas del Zaudín
Imagen de Arquitectura y Paisaje en Youtube
El arroyo Las Fuentes en la estación seca casi desaparece pudiendo cruzarse a pie. En su curso atraviesa una serie de lagunas que reciben agua no solo del arroyo sino también de las escorrentías de las lomas en pendientes que se sitúan en sus márgenes y de las descargas de aguas pluviales de las urbanizaciones situadas al norte del arroyo. Tienen una gran importancia ecológica por la diversidad faunística y floral. Gran cantidad de especies vegetales de ribera arbóreas como el álamo blanco, el fresno o el sauce y especies animales como murciélagos, ranas, garzas o culebras.
Historia del arroyo
Para conocer el origen del arroyo hay que contextualizarlo en la evolución geológica que todo el territorio del Aljarafe y el Guadalquivir han tenido en los últimos millones de años.

En la era Terciaria lo que es ahora el rio Guadalquivir empezó siendo un brazo de mar que conectaba el océano Atlántico con el mar Mediterráneo. Durante la orogenia Alpina una enorme falla dio como resultado una depresión  entre la cordillera Penibética y Sierra Morena. Hubo que esperar al levantamiento de  la cordillera Subbética para que se cerrara  el brazo de mar en su parte oriental a la altura de las Sierras de Cazorla y Segura.
Se inicia a parrtir de entonces un proceso de sedimentación y colmatación de toda la depresión y de modo que hacia el 3500 a.C. el ya rio Guadalquivir antes de desembocar a la altura de Coria del Río. formaba un extenso lago o estuario denominado Lacus Licustinus. La propia capital sevillana constituía un pequeño islote de este lago que sería ocupado por los fenicios a comienzos del primer milenio antes de Cristo para fundar una factoría comercial que denominarían Spal.
Mientras la margen derecha del lago quedaba a salvo de las aguas gracias a la cornisa del Aljarafe lo que fue aprovechado como un seguro lugar de asentamiento en época neolítica. Ejemplos como el del Carambolo o en el mismo Tomares hay registros en la zona del Zaudín que aprovechan los manantiales que desembocan en la vertiente oriental del Aljarafe en el escarpe que pone en contacto la comarca con la vega del Guadalquivir.
Arroyos como el de Las Fuentes en época romana tenían más caudal que en la actualidad y por tanto más importancia humana. Este hecho explica que se hayan descubierto en sus proximidades una antigua villa romana (Talca de Tosa) y recientemente una gran cantidad de monedas de bronce.


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jueves, 3 de abril de 2014

EL TREN PASÓ POR TOMARES EN EL SIGLO XX


Embarcadero en San Juan de Aznalfarache
Foto: autor desconocido/fondo Emilio Romero

Locomotora "El Teuler" de 7 m de ancho fabricada en 1911
Fotografía de Ferran Llauradó
Sabemos que desde mediados del siglo XIX la vecina localidad de San Juan de Aznalfarache llegaría a convertirse en el principal centro industrial y de  servicios del Aljarafe. Este desarrollo económico y crecimiento demográfico fué una de las causas que explican la segregación de San Juan del municipio de Tomares.
Muy relacionado con ello y en el contexto de la segunda revolución industrial surgen en muchos puntos de España a finales de siglo XIX explotaciones mineras como la de Riotinto paralelas a instalaciones ferroviarias para transportar el mineral. En la también localidad onubense de Cala, en lo que era una pequeña villa agrícola a comienzos del siglo XIX, una compañía portuguesa a finales de siglo empezó a explotar el cobre de sus minas, aunque detrás existía un importantísimo filón de hierro. Sin embargo el coste de su transporte hizo inviable su explotación.
Las minas, aunque se remontan a época romana, tuvieron su época de esplendor en el siglo XX. Tras la compañía portuguesa fueron ingleses quienes compraron los derechos de explotación con la "The Cala Mines Syndicate". Pero habrían de ser los vascos a comienzos del siglo XX los que solucionasen el problema del transporte con la audaz construcción de un ferrocarril.
Empresarios vizcaínos liderados por el Conde de Rodas constituirán la "S. A. Minas de Cala". La puesta en marcha de la línea tendrá lugar en 1905 y permitió en los siguientes años transportar una media de unos 200 Tm de mineral de hierro. Aunque la explotación de la mina por parte de esta compañía finalizaría en 1933 el recorrido llegó a estar en servicio hasta el año 1960.
La construcción del ferrocarril costó más de 100.000 pesetas de la época por kilómetro y llegó a contar al margen de vagones de carga y de pasajeros con 5 locomotoras grandes.

El trazado de la línea ferroviaria, de unos 100 kms., se realizó a desde la localidad de Cala hasta San Juan de Aznalfarache en un recorrido que aprovechaba el curso del Rivera de Huelva hasta su desembocadura en el Guadalquivir en las inmediaciones de La Algaba. A partir de ahí el recorrido seguía la margen derecha del río hasta la localidad de San Juan de Aznalfarache, donde se encontraba el puerto fluvial para descarga del mineral. Por entonces no existía la actual corta de la Cartuja y el río hacía un recodo en San Juan con dirección al actual puente de las Delicias en Sevilla. Por tanto parte del recorrido de la vía férrea por tanto transcurría por el término de nuestra localidad de Tomares entre el barrio de Camino Viejo y el actual polígono el Manchón (imagen a la izquierda).
La actual Avenida de Cala en Tomares
Imagen de elaboración propia

VILLAS ROMANAS EN TOMARES

Esquema de una villa romana idealizada
Imagen de jesusmaría.net
La llegada de los romanos al valle del Guadalquivir tras el enfrentamiento y victoria con los cartagineses en el 206 a. de C. tuvo como primera consecuencia la fundación de la ciudad de Itálica con el fin de asentar a los soldados protagonistas de la victoria, asegurar el control del territorio y empezar el proceso de romanización.
Un siglo más tarde se aprecian las primeras transformaciones en el territorio que se manifiestan en la aplicación del sistema de villas. Pero ¿qué entendemos por villa romana?
Una villa en el sentido romano del término puede tener varias acepciones. Puede ser el edificio correspondiente a un lote de tierra, el lote en sí mismo, o  ambas cosas conjuntamente. Tenemos el concepto idealizado de villa como una propiedad grande y lujosa, pero también puede tratarse de pequeños y humildes centros de explotación agropecuaria, incluso hasta una simple cabaña que posea un lote de tierras para su explotación. Por tanto hay diversidad en el  oncepto y significado de villa: casa de campo, propiedad rural o quinta, granja, residencia fuera de la ciudad… Podemos concluir que la villa romana fue una explotación agrícola fuera de la ciudad (municipium) que consta de un fundus y de residencia familiar.
Normalmente a mayor extensión de la ciudad romana, existe un incremento de villas en los alrededores de su territorio. En este caso, la actual área que comprende el término municipal de Tomares se encontraba junto a las ciudades romanas de Hispalis, Itálica y Osset (San Juan de Aznalfarache).
En relación con el análisis del poblamiento en nuestra zona podemos afirmar que la principal característica de esta primera época fue la gran dispersión por el territorio. Hubo que esperar a las guerras civiles del siglo I para que tuviera lugar el reparto y organización del campo a la romana, situación que se incrementaría con el Imperio y la Pax Augusta.
El siglo I d. C. pues representó la madurez del sistema de explotación agrícola basado en las villas, cuya mayor parte llegaron a tener continuidad al menos hasta el siglo IV d. C.

Estudios arqueológicos atestiguan que la implantación de estas villas en Tomares arranca desde el siglo I en los sitios arqueológicos denominados:
- Talca de Tosa, catalogado como una villa agrícola de nivel medio. Situada en propia zona de Aljamar, en torno al ambulatorio actual y la barriada Mascareta
- El Carmen, ubicado en torno a la hacienda moderna del mismo nombre. Considerada como una explotación económica tipo granja
- Tomares-Casco urbano, los hallazgos permiten apuntar hacia la existencia de una villa romana de cierta entidad y lujo. Destaca la existencia de aguas subterráneas en torno a la c/ La Fuente, lo cual pudo constituir nodo de focalización del poblamiento y la razón de ser de esta villa. Podríamos localizarla en torno a la actual iglesia y plaza de la Constitución de Tomares, posteriormente como Zaudín Bajo.
- Zaudin (Alto), villa de nivel medio-alto. Es el denominado posteriormente como Zaudín Alto que correspondería la zona próxima a lo que actualmente es el campo de golf del club Zaudín - Aljamar, yacimiento situado en las lomas al N de la Estacada del Pozo.

En el siglo II se suman las villas de
- La Venta o Venta Mascareta. En un lugar a la entrada desde Bormujos, en lo que se denomina Valdovina.
- Santa Eufemia, considerada una explotación agrícola de lujo. Arranca desde el siglo II d. C., perpetuándose en el tiempo hasta llegar al mundo andalusí como alquería.

miércoles, 3 de abril de 2013

DIANA CAZADORA EN LA CALLE COLÓN

Minerva encontrada en el
casco urbano de Tomares

Imagen del libro "Historia de Tomares"

Uno de los hallazgos más importantes de nuestro pasado romano es la estatua que hoy se conserva en el Museo Arqueológico de Sevilla de una diosa Diana cazadora. Se trata de una figura de mármol blanco de 1,08 m (posiblemente llegara a tener 1,20) ya que le falta la cabeza además de los brazos y el hombro izquierdo. En su vestimenta el peplo se ciñe bajo los pechos. El peplo era una túnica muy típica en la antigüedad, cuadrangular de lana, con grandes pliegues, doblada en dos para cubrir el cuerpo y unidas por un alfiler en cada hombro. Normalmente esta prenda se sujetaba a la cintura por un cinturón. La estatua, muy deteriorada, se apoya en la pierna derecha retrayendo la contraria, se localizó a finales del siglo XIX en nuestra localidad en un santuario que debió haber en la actual calle Colón y está fechada hacia la segunda mitad del siglo II. 
Calle Colón en Tomares
Existen algunas dudas sobre que la representación sea de la diosa Minerva o de Diana. Sin embargo por la estructura de los vestidos y la posición de las piernas nos inclinamos a que sea la diosa Diana cazadora en la línea otras como la Artemis de Dresde, cuyo original en bronce se atribuye a Praxíteles y se encuentra en el Museo del Louvre.
    Diana cazadora de Praxíteles    
Imagen en Wikipedia
Pero, ¿quienes fueron Diana y Minerva? ¿Por qué la importancia de su culto en la Hispania antigua? La diosa Diana era hija de Júpiter, el Dios principal del panteón romano, padre por tanto de todos los dioses. Como su correspondiente Artemis griega, Diana fue diosa de la virginidad y la castidad. Júpiter concedió a Diana la soltería al parecer por la aversión al matrimonio derivada de haber sido testigo de los dolores del parto de su madre. Virgen como su hermana Minerva, Júpiter la hizo diosa de los bosques y de la cacería en la tierra. 

Era por tanto la caza  su constante ocupación, por lo que siempre se representa por tanto arcos y flechas y con un perro de caza o una a un lado. El historiador tomareño Jesús Casado en su libro "Thomares de Osset Julia Constancia"   vincula esta característica de la diosa con el hecho de Osset como zona boscosa que era en la antigüedad. Su figura y su culto debieron ser importantes en la península ibérica, tanto que fue considerada como la primera divinidad femenina del panteón hispanorromano. Posteriormente pasó a ser diosa de la Luna con la creciente en la frente, siendo emblema de la castidad. En Hispania el culto a la Luna estuvo fuertemente arraigado. Contemporáneas a nuestra Diana existen otras en nuestra península como Montilla, Manresa, Almohacidi o León.
Cabeza de anciano
Imagen del libro "Historia de Tomares"
De Itálica tenemos una estatua de Diana también de mármol blanco de la isla de Paros. Aparece ataviada con sus habituales atributos como las botas altas, la túnica, el manto y la diadema en forma de media luna. No lleva carcaj (estuche portátil para las flechas), pero sí la correa para sostenerlo, que le cruza el pecho. La figura se apoya en un tronco de árbol cubierto por una piel de cervato. Posiblemente con su brazo derecho sujetara una lanza.
No fué Diana la única estatua que se localizó en Tomares de época romana.  Conservamos en el Museo Arqueológico el retrato de una cabeza de un anciano con el ceño fruncido y de expresión facial ausente. Muy deteriorada sus ojos pequeños parecen mirar hacia la izquierda y la boca cerrada.

viernes, 29 de marzo de 2013

PREHISTORIA Y PROTOHISTORIA EN EL CERRO DE SANTA EUFEMIA



Hay evidencias fósiles en el Museo Arqueológico de Sevilla de haberse localizado en las proximidades de Tomares un diente de tiburón de unos 17 cms. (en la imagen) De altura entre otros restos fósiles. No cabe duda que nos referimos a finales de la era terciaria, cuando gran parte del valle del Guadalquivir era un enorme mar abierto al océano.
Hubo que esperar al período cuaternario para asistir a la colmatación progresiva de sedimentos en el valle y a la formación de terrazas fluviales en sus márgenes, consecuencia de los cambios climáticos globales en forma de glaciaciones que provocaron a su vez cambios bruscos en el nivel de las aguas. Un excelente ejemplo de estas trasgresiones y regresiones marinas la tenemos en la propia cornisa del Aljarafe.
Ya en el II milenio a. C. en la edad del Cobre y Bronce parece estabilizarse la situación en el río Guadalquivir. Sobre una colina donde actualmente se encuentra la urbanización Santa Eufemia se descubrieron en los años setenta del siglo pasado una serie de restos líticos y cerámicos, en concreto en un “sitio lateral junto a la granja del Camino Viejo, al lado oriental de la vía férrea del antiguo tren minero deAznalcóllar a San Juan de Aznalfarache”.
Estos restos y la aparición de pizarra, muy utilizada para los enterramientos, nos sugieren la posibilidad de una necrópolis en esta área. La falta de huesos sólo podría explicarse por la descomposición derivada de la propia acidez del terreno. En cualquier caso hablaríamos de restos con varios siglos de antelación a la presencia de la civilización tartésica y del tesoro del Carambolo en la vecina Camas.