Tomares, tras la presencia romana sufrió al igual que otras villas sevillanas las invasiones bárbaras. Los vándalos llegan y atacan la ciudad en el 422. Durante su estancia de pocos años arrasan un zona de Tomares caracterizada por sugran riqueza y pasan a cuchillo a todos sus habitantes. De ahí el apelativo que esta zona siempre quedó en la memoria: Villasangre, posteriormente denominado barrio de Peralta, zona que en la localidad va desde la plaza Príncipe de Asturias hasta la plaza del monumento a El Bombita. Tras la presencia vándala, vendrá otro pueblo federado de los romanos: los visigodos, que estarán 200 años hasta la llegada de los musulmanes.
Los Vándalos que llegan a Sevilla son los Vándalos Asdingos que en esa tercera década del siglo V establecerán un reino con capital en Sevilla. Su Rey Gunderico profanó la basílica de Sevilla que custodiaba las reliquias de San Vicente Mártir, uno de los templos cristianos más antiguos de Sevilla junto con los de Santa Jerusalén y Santas Justa y Rufina. Al respecto existe una leyenda del Rey Gunderico.
Los Vándalos que llegan a Sevilla son los Vándalos Asdingos que en esa tercera década del siglo V establecerán un reino con capital en Sevilla. Su Rey Gunderico profanó la basílica de Sevilla que custodiaba las reliquias de San Vicente Mártir, uno de los templos cristianos más antiguos de Sevilla junto con los de Santa Jerusalén y Santas Justa y Rufina. Al respecto existe una leyenda del Rey Gunderico.
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Estos bárbaros, como hemos comentado, provocarán notables destrozos en el rico tejido urbano de la ciudad levantado por los romanos durante sus siete siglos de permanencia. Los vándalos se instalan en campamentos provisionales llamados Vandalen haus, palabra que da origen a Vandalaus, luego Andalaus y finalmente Andalucía.[2] Especialmente cuando éstos pasaron al Norte de África en el 429, donde identificaron a este pueblo como procedente del sur de la península.
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Los Vándalos entonces pasaron en la primavera del 429 a África[3] no dejando nada positivo, ni siquiera el nombre de Andalucía como se ha afirmado (ver "los tres posibles orígenes del nombre de Andalucia"). El motivo de su salida parece ser la necesidad de alimentar a sus 80.000 hombres que era mayor en el norte de África.