La hermandad titular de Tomares, Santísimo Cristo de la Vera+Cruz y Nuestra Señora de los Dolores, fue fundada en el año 1574. Esta cofradía tiene una profunda raíz en la historia religiosa y cultural del municipio y sigue siendo una de las tradiciones más importantes de la localidad. En el corazón de Tomares, en la iglesia parroquial, se conserva una de sus piezas más valiosas: la talla de la Virgen de los Dolores, cuya autoría ha sido objeto de debate y que data del siglo XVII. Aunque en un principio se pensó que su creación era obra de La Roldana, una de las escultoras más renombradas del barroco sevillano, lo cierto es que la Virgen es una obra anónima, pero no por ello menos importante en el patrimonio artístico de la zona.
Al ingresar a la iglesia de Tomares, uno de los primeros elementos que llaman la atención es la capilla sacramental, que alberga la imagen de la Virgen, destacando su presencia en un imponente retablo de estilo barroco. Este lugar se ha convertido en el centro de devoción no solo para los fieles de la localidad, sino también para aquellos que visitan el municipio durante las festividades religiosas.
La procesión de la Antigua y Venerable Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, María Santísima de los Dolores y San Sebastián tiene lugar cada Madrugada del Viernes Santo, un momento culminante de la Semana Santa tomareña. En esta procesión, la Virgen de los Dolores es portada en un paso de madera de caoba con capillas y faroles de plata, elaborados en los talleres de Orfebrería Villarreal en 1977. A lo largo de los años, este paso ha sido renovado y enriquecido con valiosas piezas de orfebrería. La peana, que sostiene la imagen de la Virgen, fue realizada en 1957 por Jesús Domínguez, mientras que los varales de la procesión datan de 1983 y también son obra de Villarreal. Además, los respiraderos y candelabros de cola fueron realizados por el taller de Machuca, con los últimos detalles añadidos por Hijos de Juan Fernández, lo que ha dado como resultado una obra de gran belleza y devoción popular.
La Virgen de los Dolores, que acompaña a los fieles en la procesión, es una de las imágenes más queridas y veneradas de Tomares. Su paso por las calles del municipio no solo representa una manifestación de fe, sino también una reafirmación del vínculo entre el arte religioso y la tradición de la Semana Santa en la localidad.
Dentro de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Belén, también se encuentra otra imagen de la Virgen, ubicada a la izquierda de la entrada, en un retablo de azulejos. Esta imagen fue realizada por A. A. Kierman, un escultor sevillano nacido el 12 de diciembre de 1902 en el barrio de la calle Feria. Su obra, aunque diferente en estilo, refleja la continuidad de la devoción popular por la Virgen y su trascendencia en la historia religiosa local.
La Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera+Cruz y Nuestra Señora de los Dolores continúa siendo un pilar fundamental en la vida religiosa de Tomares. Su riqueza histórica y artística, combinada con la devoción de sus miembros y la belleza de sus pasos, convierten a esta cofradía en una de las más emblemáticas de la Semana Santa sevillana, marcando un profundo lazo entre la fe, el arte y la comunidad.